Lic. Edwin Granados Ríos
Autor
La
entrevista personal es una técnica para obtener cierta información deseada, de
un sujeto determinado de antemano, por medio de una conversación directa fijada
en un cuestionario previo y preciso.
La
entrevista, como técnica de recopilación, va desde la interrogación
estandarizada hasta la conversación libre; en ambos casos se recurre a una guía
que puede ser un formulario o un bosquejo de cuestiones para orientar la
conversación, en nuestro particular encaja más dentro de una conversación
libre, pese a que de manera excepcional se elabora un cuestionario en algunos
casos de gran complejidad y por estrategia.
En
el campo de la prevención, la entrevista, junto con la observación y el
cuestionario, constituyen el método psicosocial más adecuado para cuantificar y
medir en lo posible los problemas y conceptos que se han definido en el proceso
objeto de la investigación.
Podemos
decir que hay diferentes tipos de entrevista, en la investigación al fraude de
seguros, no es usual la entrevista estructurada, que más bien trata de un
interrogatorio en el que las preguntas se plantean siempre en el mismo orden y
se formulan en los mismos términos. El formulario está previamente preparado y estrictamente
normalizado.
En
nuestro caso; una entrevista no estructurada, deja mayor libertad a la
iniciativa de la persona entrevistada y al investigador, se trata, en general,
de preguntas abiertas respondidas dentro de una conversación.
En
la entrevista el investigador de seguros, dispone de una lista de cuestiones
relativas al problema a investigar en torno a las cuales se localiza la
entrevista, sin una estructura formalizada. El investigador debe ser
hábil para saber escuchar y ayudar a expresarse y esclarecer, pero sin sugerir.
La entrevista localizada se emplea para estudiar situaciones que han provocado
cambios de actitud en las personas sometidas a ellas. El investigador debe
animar a hablar de un determinado tema y orientarle, debe crear una atmósfera
"facilitadora" en la que el sujeto se halle en libertad para
expresarse.
El
investigador de seguros, debe poseer algunas condiciones tales como, una
apariencia agradable, buenos modales, es decir debe ser cortes, con facilidad
de palabra, así como agilidad y flexibilidad mental. Mucha facilidad para entrar en contacto con
la gente, buenas dotes de observador, sentido del detalle, simpatía, buena
memoria y capacidad de síntesis.
Sobre
todo debe ser honrado, profesional, sincero, educado, prudente, constante y
mucho interés por la investigación.
Es
muy importante al momento de entrar en contacto con el entrevistado, que el
investigador en seguros, le exponga la
finalidad de la entrevista, resaltar la importancia de la opinión del
entrevistado, es preferible no utilizar
la palabra investigación, sino estudio y/o proceso de verificación, destacar
el carácter confidencial y anónimo de
las respuestas, si se requiere.
En
la ejecución de la entrevista propiamente dicha, es importante situar
cómodamente al sujeto, se discreto en los temas a tratar y no exponerle de
manera pública, recibirlo adecuadamente indistintamente de las sospechas que
pesen sobre el entrevistado, es decir no hacerse juicios anticipados.
El
investigador debe ser hábil en determinar el posible el estado de ánimo del
entrevistado, si el entrevistado se niega a responder, deberá hacer uso de las
herramientas que la norma contractual le permita, sin que de ello, se perciba
por parte del entrevistado una coacción directa ni sutil, no hay que perder la
“gracia” y el “glamour” dirían por ahí, en el proceso, es decir debe hacerlo
los más llevadero y cordial de tal manera que el entrevistado, no se ponga a la
defensiva y bloquee sus respuestas.
Si
el entrevistado solicita ver las anotaciones que hace el entrevistador,
mostrárselas con toda naturalidad, de hecho al finalizar el proceso deberá
proporcionarle el documento para que el entrevistado lo lea y sugerirle que si
tiene observaciones en el sentido de ampliar o corregir, ese es el momento
oportuno.
El
investigador debe evitar influir al entrevistado, haciendo comentarios de otras
diligencias realizadas u otras informaciones con las que cuente, se debe
preguntar directamente y sin vacilar, no hacer visible ante el entrevistado una
gesticulación de asombro ante ninguna respuesta.
Para
conseguir la máxima espontaneidad hacer las preguntas con cierta rapidez, no
dejando descanso entre una y otra, evitando que la entrevista parezca un
interrogatorio, pues no lo es.
Evitar
todo lo que implique crítica, sorpresa, aprobación o desaprobación, tanto al
formular las preguntas como ante las respuestas.
Evitar
al preguntar el tono de lectura, centrando la atención en el entrevistado y no
en el cuestionario, es muy valioso que quien investiga no solo parezca conocer
la información sino que tenga un dominio pleno del asunto objeto de su
investigación, caso contrario podría ser sorprendido en su entrevista y verse
en una situación penosa e incomoda.
Usar
frases de transición al cambiar de tema o de escenario. Hacer breves
comentarios que ayuden a la comunicación. Manifestar al entrevistado que su
opinión es muy interesante y necesaria, pero sin expresar crítica o
aprobación-desaprobación de su opinión.
El
silencio es el primero y mejor relanzamiento que podemos hacer. Evitar las
respuestas sí, no, no sé. Ayudar y motivar a responder sin sugerir la
respuesta.
Cuando
la investigación requiera posteriores entrevistas, se ha de cortar la
entrevista en el momento oportuno, cuando el entrevistado mantiene aún deseos
de seguir hablando, debe quedar constando en la manifestación su total
disposición a ampliar dicha entrevista a fin de no cerrar la oportunidad de
definir detalles vitales para la resolución final de un proceso en análisis.
En
todos los casos habrá que terminar cada entrevista con un clima de cordialidad,
despidiéndose con palabras de agradecimiento. Hay que desaparecer rápidamente,
ya que el entrevistado puede desear rectificar sus opiniones y es necesario
realizar el análisis de lo manifestado a fin de verificar lo dicho, pues podría
requerir replantear toda la investigación.
Como
lo hemos señalado antes, por razones jurídicas y otras, es aconsejable
escribir, pues caso contrario no es útil en el proceso de reclamación, además
de que los límites de la memoria humana, son obvios así como la distorsión por
elementos subjetivos.
Finalmente
y a manera de resumen recuerde: que el investigador debe abordar gradualmente
al entrevistado, creando una corriente de amistad, identificación y
cordialidad, tiene que ayudar al entrevistado a fin de que se sienta seguro, se
debe dejarlo concluir el relato y ayudarlo luego a completarlo contrastando
fechas y hechos.
Procurar
que al formular las preguntas sea con frases fácilmente comprensibles, evitando
formulaciones embarazosas con carácter personal, privado o un lenguaje muy
técnico.
Nuestra
actuación debe ser espontánea y franca, y no con astucias y rodeos, saber
escuchar al informante o entrevistado con tranquilidad, paciencia y
comprensión, pero desplegando una crítica interna inteligente.
Debe
evitar la actitud de "personaje" y los alardes de autoridad. No dé
consejos y no haga admoniciones morales. No rebata al entrevistado, eso se
queda para el análisis final o bien para el juez si es del caso.
Preste
atención no sólo a aquello que él desea aclarar, sino también a lo que no
quiere o no puede manifestar sin ayuda o inclusive eventualmente pudiere ser
irrelevante, esto permitirá el ambiente para llegar a lo que si es objeto de
nuestro interés. Evite toda discusión sobre las consecuencias de las
respuestas, pues son asuntos de competencia del administrador.
No
apremie al entrevistado, concédale tiempo suficiente para que acabe su relato,
y valorice sus contestaciones.
El
investigador debe tener la flexibilidad para adaptarse a las personas y a las
circunstancias, en la entrevista se puede aclarar y repetir las preguntas,
dando la oportunidad de observar al entrevistado: reacciones, ambiente, etc.
Verificando la veracidad de las
respuestas.
El
entrevistado no tiene que saber leer ni escribir, ante una situación como esta
se puede recurrir al recurso de la huella dactilar para la firma; en este caso,
así como en caso de menores de edad, siempre es importante contar con la
presencia de testigos presénciales que garanticen la objetividad, buen trato y
respeto por los derechos del entrevistado.
Finalmente
hemos de señalar que no todas las entrevistas que nos planteemos, se logrará
con éxito, pues nos veremos enfrentados a situaciones tales como ¿Está el entrevistado
dispuesto a proporcionar la información? ¿Comprende las preguntas? ¿Responde
con sinceridad? ¿Se expresa adecuadamente?
Por
su parte el investigador debe estar atento a su aspecto personal e influencia
de las opiniones personales.